Sin duda el ejemplo perfecto de una mala práctica en el mundo de las finanzas para PYMES es combinar tus cuentas personales con las de tu negocio.
Se trata de esos momentos donde usas la cuenta de tu negocio para pagar tu luz, tu renta, tu vehículo etc. Pero hacer lo contrario, es decir, gastar tu dinero personal en gastos empresariales tampoco es recomendable.
Si bien es cierto que las finanzas de tu PYME son parte de tu patrimonio, debes considerar que ella funciona como ente aparte y debe mantener su propio orden en sus presupuestos.
Desgraciadamente, mezclar las cuentas es un error común que resulta fatal en el mediano plazo.
Pero, ¿por qué algunos dueños de PYMES usan la cuenta de la empresa para pagar gastos personales? Principalmente por exceso de confianza:
“Mi negocio siempre tendrá saldo en caso de necesidad personal, para eso es.”
“Puedo llevar un control de los gastos personales y los empresariales, sé llevar las cuentas”
“A mi empresa le va bien, no hay problema en gastar un poco más en necesidades personales”
“Mi negocio todavía no está generando ganancias, pero aportar un poco más de recursos de mi bolsillo le da más tiempo para subsistir”.
Sin embargo, mezclar las finanzas trae consecuencias que debes reconocer.
Estas son algunas consecuencias que trae mezclar tus finanzas personales con las de tu empresa.
Si te encuentras ante la posibilidad de crecer tu negocio, herramientas como los créditos empresariales te pueden ayudar en tus planes de inversión o expansión.
Si no mantienes claros los estados financieros de tu PYME, será mucho más complicado que cualquier entidad financiera confíe en tu empresa para otorgarle un crédito. Recuerda que uno de los requisitos para acceder a este tipo de oportunidades es mantener cuentas claras sobre las finanzas de tu negocio.
Al momento de elaborar informes de contabilidad, resultará enredado resolver el origen y el destino de algunos recursos.
Con cuentas mezcladas, elaborar la contabilidad de tu empresa resulta en una misión tardada y que implica un doble trabajo, ya que una vez que logras separar tus ingresos y egresos personales con los del negocio, debes elaborar un informe distinto de cada rubro.
Si no sabes dónde está parada tu PYME, mucho menos podrás saber hacia dónde avanzar. Cargarle a tu cuenta empresarial tus gastos personales reduce las ganancias que el negocio necesita para operar de manera sustentable.
Si has estado ante una situación complicada quizás hayas considerado oportuno darle una “ayudadita” a tu Pyme.
Sin embargo, considera el factor de riesgo que arrojen tus estados financieros y comprueba si vale la pena inyectar capital a un negocio que tal vez no está funcionando de la mejor forma posible. A largo plazo puede representar no sólo la descapitalización de tu empresa sino también un impacto negativo finanzas personales.
Recuerda que es importante considerar el riesgo de tu negocio como si fueses un accionista del mismo, aunque seas el único dueño.
Si no deseas que tu negocio forme parte de la inmensa estadística de empresas en México que cierran antes de su primer año por problemas administrativos, te presentamos unas buenas prácticas que pueden marcar un antes y un después en tu negocio.
Pagarte un salario como dueño de tu empresa es una medida saludable para tus finanzas, ya que te permite considerar tus ganancias como parte del presupuesto. Con esta medida cuentas con la ventaja de deducir tu salario y contar con una mejor transparencia, ya que demuestras que ese dinero lo percibes como trabajador y no de las finanzas de la PYME.
Determina tu sueldo con un cálculo veraz de tus gastos personales del mes comparado con las ganancias que genera tu empresa. También considera lo que ganarías en una empresa similar al hacer el trabajo que ya realizas en la tuya.
Determina dos presupuestos, uno personal y otro para tu empresa. Y lo más importante: cúmplelos.
Considéralo un préstamo a tu negocio y como tal, determina el retorno de esa inversión en un tiempo determinado con la tasa de interés que corresponda. Recuerda que eres propietario pero también accionista y como tal velar por el bienestar del negocio.
Esto se reflejará de manera positiva tanto en tu historial crediticio como en el de tu empresa.
La práctica de mezclar las finanzas personales con la de una empresa de la que se forma parte como socio o propietario puede ser también por desconocimiento de las líneas de crédito disponibles para negocios como el tuyo. Considera investigar qué opciones existen y procura el uso de buenas prácticas para cuidar las finanzas de tu PYME.
¿Está tu negocio listo para un crédito? Quizá eso ayude a tu empresa y te permita conservar el dinero de tu bolsillo en tu cuenta personal.