Existe la creencia de que se debe ahorrar todo lo que nos sobre de nuestros gastos de mes a mes.
La idea por sí sola es un bloqueo que puede estar impidiendo crear el hábito del ahorro en nuestra vida.
En realidad, debemos integrar el ahorro a la administración periódica de nuestros ingresos. ¿Por qué? Porque sin ahorro no podemos sobrevivir al futuro. Así de simple.
Si acabas de terminar la carrera y te encuentras en tus 20s posiblemente ahorrar sea la menor de tus preocupaciones.
Si estás alcanzando los 30, entonces sabes lo difícil que puede ser afrontar gastos imprevistos y que un hábito constante de ahorro es fundamental para la vida. Si estás pasando los 30 y todavía no estás ahorrando...bueno, lo importante es que ya estás leyendo esto.
A cualquier edad, la idea de que el ahorro es imposible es una concepción falsa, un autoengaño.
Puede que hayamos crecido con malos ejemplos de la actitud que debemos tener para con el dinero. Lo importante es llegar a este punto donde queremos cambiar nuestra mentalidad. Cambia la idea de que debes ahorrar lo que sobre de tus ingresos luego de gastar.
En realidad, a tus ingresos debes restarle tu porcentaje de ahorro y eso que sobra, es lo que destinarás a tus gastos.
¡Quítate la idea de que ahorrar es difícil! Sigue estos pasos para cambiar tus hábitos y sentirte mejor contigo mismo, con la seguridad de que estás trabajando para ti, tu futuro y el de tus seres queridos.
Existen muchas razones para ahorrar pero lo más importante es plantearnos un objetivo concreto para hacerlo.
Ya sea el ahorro para el retiro, estudios de posgrado, un viaje que añoramos, un automóvil... El sólo deseo de alcanzar una meta empezará a trabajar en nosotros, motivando y manteniéndonos alertas para seguir con los planes.
Haz un listado de todos tus gastos mensuales. El periodo que elijas puede ser el que mejor te acomode, lo importante es hacer un registro de cada uno de tus gastos por pequeños que sean.
Con tu lista de gastos a la mano, podrás ver aquellos que son inevitables, también verás lo que gastas en cosas que tal vez no necesitas y otros rubros donde quizá podrías gastar menos.
Lo anterior es un gran paso, ahora, debemos empezar a tomar las riendas de nuestro presupuesto.
Esta es una manera de dividir tus ingresos en porcentajes que deberás administrar durante el periodo en que necesites gastar:
- Ahorro escalonado: Establece en un año o en el periodo que deseas un esquema de ahorro escalonado. Supongamos que en la primera semana del año ahorras 100 pesos, la segunda deberás ahorrar doscientos pesos, el tercero trescientos, etc.
- Ahorro automatizado: selecciona un servicio bancario que te permita separar automáticamente el porcentaje de ahorro seleccionado y que pase a una cuenta especial.
- Ahorra billetes de corta denominación: cada día mete al ahorro esos billetes de 20 pesos que tengas en tu cartera.
- Evita el gasto hormiga: los snacks, taxis o cenas fuera pueden reducirse. Consulta tu lista de gastos y detecta aquellos que son innecesarios.
Al realizar los pasos anteriores con constancia te empoderará para realizar planes y cumplir objetivos en el largo plazo.
Un plan de ahorro no se termina acumulando el 10% de tus ingresos durante años, porque llegará el momento en que tus ahorros deberán generar mayores ganancias.
Tal vez te parezca en este punto algo muy lejano, pero invertir es el paso siguiente por lógico y recomendable.
Existen diferentes instrumentos de inversión que veremos más adelante y que pueden ser de mucha ayuda para garantizar un futuro para ti y tus seres queridos. Esto se puede traducir en:
Ahorrar está en ti. Si sientes que un método no te resulta, prueba otro. Lo importante es que ahorrar se sienta parte de tu vida y se convierta en un hábito saludable que en el mediano plazo te permitirá ver resultados.