Después de ahorrar lo importante es invertir. Y te preguntarás ¿para qué debo poner mis ahorros en manos de terceros y correr riesgos? La respuesta es: porque no hay opción.
Los tiempos de trabajar duro durante muchos años y retirarse con un fondo cómodo que nos permita, por fin, disfrutar de nuestro tiempo y vida han terminado.
Hoy en día, si tu dinero está en el banco o debajo del colchón te brindará los mismos resultados: cada año y cada mes tu dinero está perdiendo su valor.
La inflación es causante de que tu dinero pierda valor mientras se encuentra inactivo en tu cuenta bancaria o tu cajón de calcetines.
Es normal tener dudas. Cuando estás en tus 20s, lo más importante es gastar. En tus 30s el ahorro se presenta como una necesidad más que un lujo y de ahí para adelante: invertir es la única opción para hacernos un futuro.
Es cierto que hay riesgos, pero también ventajas y mejor aún, hay instrumentos de todos tipos que se pueden adaptar perfectamente a tu perfil.
Si no has iniciado en el camino de la inversión, existen instrumentos confiables de menor riesgo que te ayudan a lo más importante: empezar a perder el miedo por invertir.
Inversión para principiantes
El concepto base de la inversión consiste en arriesgar dinero con la expectativa de que nos genere un rendimiento.
Aunque la incertidumbre sobre los resultados de una inversión es una constante, existen opciones con menores riesgos y mayores niveles de predictibilidad.
Hay 3 aspectos básicos que debemos tomar en cuenta: 1) Riesgo, 2) Liquidez y 3) Tiempo.
Estos tres factores influyen en la rentabilidad de una inversión. Cuanto mayor sea el riesgo de perder el ahorro invertido mejor rentabilidad esperaríamos de una inversión.
Por otra parte, existen inversiones a largo plazo que nos permiten mayor nivel de rentabilidad ya que renunciamos a ese dinero por más tiempo pero esperamos mejores resultados.
Sin importar el instrumento que elijas, la idea clave es que nuestros ahorros nos ayuden a generar más dinero. El primer paso es conocer tu perfil de inversionista y para ello tomar en cuenta los siguientes puntos:
1. Edad
A menor edad que tengas, mayores riesgos podrías asumir. Empezar temprano en este camino tiene grandes beneficios, entre ellos ganar la experiencia en diferentes instrumentos de inversión y equilibrar instrumentos de bajo con los de mayor riesgo.
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2. Situación financiera actual
Es importante ahorrar todo lo que puedas antes de invertir. Esto te permite acceder a mejores instrumentos que incluyan mayor rentabilidad.
3. Objetivos
¿Dónde te gustaría estar dentro de 5, 20 o 30 años? Delimita tus objetivos de acuerdo a tus circunstancias actuales y las perspectivas de tu futuro.
Los años de retiro o las necesidades a mediano plazo, una boda, comprar una casa o generar lo suficiente para mayores inversiones.
4. Horizonte de inversión
¿Por cuánto tiempo deseas invertir? Tu respuesta delimita tu horizonte de inversión y de acuerdo a este el tipo de rendimiento que puedes alcanzar.
Horizonte a corto plazo: consta de hasta un año y en el cual se privilegia la obtención de un rendimiento estable con poco riesgo.
Horizonte a mediano plazo: de 1 a 5 años. En este te planteas colocar capital en inversiones mantenidas por un mayor tiempo, eso te permite tolerar las fluctuaciones de tiempo y obtienes una rentabilidad mayor, aunque un porcentaje mayor de riesgo.
Horizonte a largo plazo: implica invertir por un tiempo mayor a 5 años pero el objetivo es generar un fuerte crecimiento, con mayores fluctuaciones de precios y mayor riesgo.
5. Tu tolerancia al riesgo
¿Cuánto puedes arriesgar? Si todo tu capital está en riesgo debido a una inversión, lo más conveniente es encontrar aquellos instrumentos que se adapten a tu situación particular.
Si tu estado civil es casado, puedes asumir inversiones de menor riesgo. Contrario a estar soltero cuando puedes tener una mayor tolerancia al riesgo.
Si eres joven, puedes incurrir en mayores riesgos ya que el tiempo es un recurso a tu favor.
Si tienes una personalidad de constante preocupación, lo recomendable son inversiones de menor riesgo.
Si tienes un alto grado de liquidez, ahorrar en instrumentos de mayor riesgo es lo recomendable.
La estabilidad laboral y la fluctuación de tus ingresos de igual manera determinan qué tanto riesgo puedes asumir.
Existen opciones de las que hablaremos en este blog sobre cómo empezar de cero en el mundo de la inversión. Lo más importante, si es que has leído hasta aquí, es que tomes conciencia de la importancia de invertir para el futuro. Tu patrimonio y el de tus seres queridos depende de las decisiones que tomes hoy.