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4 de marzo de 2020

¿Cómo aprovechar la depreciación de los activos?

Publicado por El equipo de Alpez en Negocios,

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Arrendamiento

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Cuando compras equipo de trabajo, esperas que te ayude a incrementar la productividad y rentabilidad de tu empresa, pero, ¿existe algún beneficio fiscal por adquirir activos fijos?, ¿qué hacer si lo necesitas, pero no quieres afectar tu capital?.

Para evitar pérdidas en tu empresa y aprovechar beneficios, hemos preparado este texto para explicarte cómo se deprecian los activos fijos. 

 

¿Qué son los activos?

En términos generales, el activo es un conjunto de todos los bienes y derechos con valor monetario que son propiedad de una empresa, institución o individuo.

Los activos de una empresa son los que usa para desarrollar sus actividades económicas y se clasifican en:

  • Activos circulantes, comprenden el efectivo y los activos más líquidos, es decir, aquellos que se convertirán en efectivo en el transcurso de un año a partir del último balance general de la empresa. 
  • Activos fijos son el tipo de activo menos líquido. Pueden ser tangibles (inmuebles, planta y equipo) o intangibles (como una patente o una marca comercial).  

Cuando se adquieren activos fijos se espera obtener todo el provecho antes de que se desgasten o se vuelvan obsoletos y es normal que la mayoría de estos activos bajen su valor en el mercado con el paso del tiempo.

En general, la pérdida de valor de un activo fijo se conoce como depreciación.

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¿Cómo se deprecian los activos?

Los activos que se deprecian lo hacen desde dos perspectivas diferentes: una es la contable y otra es la fiscal.

En el caso de la contable, los términos los establece la NIF C-6 y en el caso de la depreciación fiscal se establece en la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR).

1. Depreciación contable

Según la NIF-C6, la depreciación es la distribución sistemática y razonable en resultados del monto depreciable de un componente (activo) a lo largo de su vida útil.

Los factores que se consideran para estimar la depreciación de un activo son: 

  • El costo de adquisición es el monto pagado por la adquisición del activo.
  • La vida útil es el periodo durante el cual se espera que un activo esté disponible para su uso y pueda generar ingresos para la entidad; o también, el periodo en el que se espera obtener cierto número de unidades de producción.
  • El valor residual es el monto neto que la entidad podría obtener actualmente por el activo como si ya hubiera llegado al término de su vida útil.
  • El monto depreciable es el costo de adquisición menos su valor residual.

La obsolescencia tecnológica de un activo frente a otros más novedosos es otro causante de la depreciación de los mismos, incluso si estos nunca han sido usados.

Para conocer la cuota anual de depreciación contable de un activo (el valor que va perdiendo año con año) hay diferentes métodos. Uno de los más sencillos y conocidos es el método lineal que consiste en restar al costo de adquisición el valor residual y dividirlo entre la vida útil estimada:

Cuota de depreciación = (costo de adquisición - valor residual) / vida útil

Será responsabilidad de la empresa adoptar el método de cálculo que mejor se adapte a sus políticas, giro y actividades. 

La NIF también nos hace ver que este es el tipo de depreciación más real pues contempla la vida útil del activo.

 

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2. Depreciación fiscal

La llamada depreciación fiscal es en realidad una “deducción de inversiones” pues así es como se señala en la LISR. 

Entre las inversiones que considera la LISR están los activos fijos y los define de la siguiente forma: 

“Activo fijo es el conjunto de bienes tangibles que utilicen los contribuyentes para la realización de sus actividades y que se demeriten por el uso en el servicio del contribuyente y por el transcurso del tiempo.

La adquisición o fabricación de estos bienes tendrá siempre como finalidad la utilización de los mismos para el desarrollo de las actividades del contribuyente, y no la de ser enajenados dentro del curso normal de sus operaciones.”

Ahora bien, ¿qué es la deducción? Es el derecho del contribuyente de disminuir de sus ingresos ciertos gastos con el fin de aminorar la base sobre la que se calculan sus impuestos.

A diferencia de la depreciación en términos contables en donde se toma en cuenta la vida útil del activo y las políticas de la empresa, en la deducción de inversiones es la Ley quien establece los porcentajes máximos a deducir que pueden ser aplicados.

Estos son algunos de los por cientos máximos deducibles autorizados por la Ley según el tipo de activo:

  • 10% para mobiliario y equipo de oficina.
  • 25% para automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones, montacargas y remolques.
  • 30% para computadoras de escritorio y portátiles, servidores, impresoras, lectores ópticos, graficadores, lectores de código de barras, digitalizadores, unidades de almacenamiento externo y concentradores de redes de cómputo.

Es normal que difieran los porcentajes entre estos dos tipos de deducción porque el valor contable y el fiscal no es el mismo, entonces, ¿por qué es necesario realizar ambos?

En cuanto al tipo contable, permite administrar de mejor forma los activos y saber cuándo será necesario reemplazarlo. Por otro lado, la deducción fiscal es un incentivo para que las empresas realicen inversiones que mejoren su actividad económica. 

 

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El arrendamiento como opción frente a la depreciación

Otra forma de aprovechar las deducciones fiscales autorizadas es mediante un arrendamiento puro. Este tipo de financiamiento, permite hacer uso de los activos sin necesidad de comprarlos. Se trata de disfrutar de ellos pagando rentas fijas durante un plazo determinado. 

Es ideal para las empresas que requieren equipos o vehículos para realizar sus actividades económicas, tienen buen flujo de efectivo y quieren optimizar su estrategia fiscal.

Al ser una renta, el activo no entra como tal en el balance general, sino que cada uno de los pagos se registra como un gasto de renta que puede ser deducido.

Por ejemplo, una empresa compra un vehículo, lo pone en sus activos fijos y lo deduce a 4 años, un 25% cada año. Con el arrendamiento puro, la empresa podrá tener un financiamiento a 2 años y deducirlo en ese mismo tiempo.

Si quieres saber más sobre los beneficios de un plan de arrendamiento puro para tu empresa o tienes dudas sobre cómo funciona este instrumento financiero, comunícate con nosotros. Somos el aliado financiero de los empresarios de México.

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