Tu empresa ha obtenido ese crédito tan esperado y aunque es buen momento para celebrar, también es importante planear para hacerle frente al compromiso.
La obtención de un crédito, más que una meta por sí misma, es un primer paso para el crecimiento de nuestro negocio.
Si ya obtuviste un crédito, es momento de establecer un plan de pagos y empezar a implementar dicho capital en la generación de más utilidades para el negocio.
Como sabes, un crédito empresarial es una herramienta muy importante para crecer o innovar en tu negocio, lo cual puede representar una inversión en los siguientes rubros:
Toma en cuenta los siguientes puntos:
Realiza el cálculo mensual para tus pagos, cerciórate de que tus finanzas tienen la capacidad de cubrir las mensualidades y revisar las tasas de interés si estas no son fijas.
Todo crédito maneja un porcentaje de riesgo, pero realizar un plan de pagos es un buen referente para tomar medidas en caso de un retraso o emergencias que impliquen un gasto mayor para tu negocio.
Este plan de pagos debe basarse en cifras reales que estén al alcance de tus finanzas y cuenten con un margen de maniobra que tome en cuenta los imprevistos o problemas para cubrir el compromiso que implica un crédito.
La mensualidad del crédito debe incorporarse al rubro de los gastos fijos de tu negocio por lo que debe integrarse al presupuesto.
Recuerda que antes de solicitar el crédito, debiste realizar el presupuesto de tu empresa. Para elaborarlo puedes considerar tres escenarios posibles y prepararte para enfrentar el caso de cada uno de ellos.
Apégate al plan que propusiste ante la institución financiera que te otorgó el crédito y no pierdas de vista las metas que tiene tu empresa.
Recuerda que el capital de un crédito no está disponible para otros gastos. Mucho menos en aquellos que tiene que ver con tus gastos personales o gastos fijos como luz, agua, etc.
Si tu crédito se destina al gasto corriente es un indicador de que sólo estás trabajando para liquidar el financiamiento. Esto resulta más grave cuando se deja de pagar y aparecen las consecuencias que indique el acuerdo.
Los imprevistos pueden ser inevitables por lo que debes preparar tus finanzas para hacerles frente sin que implique morosidad en el pago del crédito.
El destino de un crédito siempre debe ser el aumento de las utilidades y que estos permitan el pago de la deuda.
Sin embargo, en ocasiones sirve para mejorar tu flujo de caja cuando te encuentras en medio de una deuda a corto plazo. En estos casos un refinanciamiento te ayuda a reducir tu pago mediante un plazo mayor, lo que te posibilitará aumentar la liquidez.
Una operación sencilla que puede indicar si un crédito es positivo para tu negocio es el cálculo del retorno de inversión. Para ello, necesitas conocer la cantidad total que has invertido para iniciar y en qué porcentaje se cubre el retorno de tu inversión.
A tus ingresos resta el total de la inversión, luego divide entre esa misma inversión y el resultado multiplícalo por 100. La fórmula es:
[(ingresos – inversión) / inversión] * 100 = retorno de inversión
Un crédito debe provocar que el porcentaje de retorno aumente. Si esto no pasa, el crédito no debió solicitarse en primer lugar.
Una medida que puedes usar de referencia para medir el retorno de inversión de tu negocio, es la tasa de retorno de inversión de las unidades de CETES.
Los CETES son instrumentos emitidos por el Gobierno de México que son adquiridos por inversionistas a precio de descuento.
Los CETES se emiten y colocan a plazos cercanos 1, 3, 6 meses y 1 año. La tasa de rendimiento de este instrumento depende de la tasa de referencia fijada por el Banco de México, que actualmente se encuentra alrededor del 7.7%.
Los financieros recomiendan que si tu retorno de inversión no está generando más de lo que obtendrías al invertir en CETES, lo mejor sería invertir en ellos.
Si cubres el total del crédito en tiempo y forma, prepárate para obtener mejores planes de financiamiento.
Tu historial crediticio aparecerá mejor calificado en el buró de crédito, lo que te puede permitir mejores planes ya que el riesgo de financiar tu negocio será mucho menor.
Será tu mejor carta de presentación y permitirá el acceso a mayor crecimiento obteniendo facilidades de pago, mejores planes y oportunidades.
Es por ello que tu primer crédito es fundamental e incluso resulta positivo que inicies con un crédito que te sea accesible, únicamente para que impacte positivamente tu historial.
Como comentamos al principio, un crédito no es una meta sino un camino. Por lo que es muy importante acercarse a las instituciones de mayor confiabilidad que te acompañen en el análisis y se cercioren de ofrecerte un financiamiento que no se te dificulte cubrir.
Hoy en día, las pequeñas y medianas empresas de México pueden acceder a créditos para el crecimiento a través de las sofomes, entidades que han demostrado ser positivas para este tipo de financiamientos, pues son un instituciones seguras y están reguladas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Si buscas asesoría sobre cómo un crédito puede hacer crecer tu negocio, en Alpez estamos para apoyarte.